
Hoy en dia se me viene a la mente esa clásica frase "Pan y Circo". Después de dias explotando mediaticamente una capsula que sirvio en el rescate mas exitoso de los últimos años. Pero este acontecimiento no es el que me mueve a recordar la frase, que fue creada en el siglo I por el poeta romano Juvenal.
Haciendo historia, en su origen describía la costumbre de los emperadores romanos de regalar trigo y entradas para los juegos circenses (carreras de carretas y otros) como forma de mantener al pueblo distraído de la política.
¿Cuan distraido hemos estado de la politica hoy en dia?, invadidos con ceremonias, inauguraciones, ceremonias de inauguraciones, celebracion de la vida, inauguracion de la celebración de la vida con una que otra ceremonia.
Una sensacion de hastío con esta simplona manera de gobernar, donde lo primero que brillan son los flashes de las camaras y muy, pero muy detras, las ideas. Y esto decorado con un extraño sindrome que afecta a muchos... el sindrome del concertacionista encubierto, personaje que figura en portadas y anuncios radiales, con un tono muy energico, diciendo que el tiempo pasado nunca fue mejor.
En la patagonia de a poco comienza a sentirse el calor matizado con un bello sol que produce una extraña fotosintesis que deja al descubierto muchos camaleones que con colores circenses tratan de animar este circo que comienza muy fome y repetitivo.